
Como hemos afirmado varias veces,
el balance se logra siempre y cuando exista desde el interior de cada persona
hacia afuera, teniendo en cuenta lo anterior es importante revisar como el
bienestar de nuestro cuerpo influye en todo lo que queremos proyectar y hacer,
al fin y al cabo, sin salud no es posible tener un desarrollo profesional, ni
familiar, por esta razón queremos en este mes revisar todas esas acciones que
nos ayudarán a tener un cuerpo sano.
El balance contempla el bienestar
del cuerpo, y al abordar este tema debemos tener en cuenta la alimentación; de
acuerdo con autores como Tosca Reno, un 80% de la salud de este depende de la
alimentación que recibe.
Una alimentación balanceada nos
permitirá:
- Mantenernos lejos de
enfermedades porque nuestro sistema inmunológico se hace más fuerte
- Tener más energía para vivir la
experiencia de cada día
- Sacar lo mejor de nosotros
porque nuestro cerebro es el primer beneficiado
Tener una alimentación balanceada
no requiere de un gran esfuerzo, y no debe confundirse con dietas o
sacrificios, es simplemente entender ciertas condiciones del cuerpo en relación
con los alimentos.
Por ejemplo, de acuerdo con el
ministerio de salud y de acuerdo a las características generales de la
población colombiana, un hombre entre los 18 y los 59 años, necesita
diariamente consumir 2650 calorías, y una mujer, 2100.
Nuestros cuerpos necesitan el
consumo de los nutrientes esenciales, que “no pueden ser sintetizados por el organismo,
pero son necesarios para el funcionamiento normal de este”, estos son los
ácidos grasos esenciales (omega 3 y 6), presentes en aceites de soja o canola,
en nueces y linaza, huevos y aguacate, los aminoácidos esenciales, los cuales
se encuentran en los huevos, la carne y la quinua, entre otros, las vitaminas, en
alimentos como vegetales de hoja verde oscura, almendras, coliflor, pescado, frutos
secos, vísceras, legumbres como lentejas, garbanzos y alverja, cereales
integrales, melón, zanahorias, calabacín, brócoli, mango, papaya, naranja,
limón, perejil, pimiento rojo, fresa, uva, piña y hongos, y los minerales, que
se encuentran en proteínas, como el pescado, mariscos y carnes rojas, frutas
como la uva, cereza, melocotón, banano y aguacate y hortalizas como brócoli,
remolacha, berenjena y coliflor.
Otro consejo para mantener una
alimentación balanceada es reducir el consumo de sal, azúcar y bebidas como
jugos, gaseosas, etc. El consumo diario de agua es importante para el
organismo. Comer porciones pequeñas y hacerlo cada tres horas es una buena estrategia
para el procesamiento de los alimentos y la conversión de estos en energía.
En conclusión, tener una
alimentación balanceada es fácil.